EL LÍDER EN LA EMPRESA DE HOY
En el mundo
actual, es claro que el liderazgo importa.
Las empresas de éxito y los individuos de éxito en las empresas exhiben
profundidad en el liderazgo. Ser capaz y
poseer los atributos del liderazgo es maravilloso, pero la capacidad ha de
emplearse de manera apropiada y con un propósito. El líder debe demostrar atributos y también
demostrar resultados (Ulrico, Zenger y Smallwood, 1999). El líder es el primer promotor de la
productividad y crea una atmósfera que invita a ella. Predica con el ejemplo. Es el creador y sostén de la cultura
organizacional orientada a la calidad y el servicio. Es él quien hace competitiva a la
organización (Siliceo, Casares y Gonzáles, 1999). El liderazgo es la principal herramienta de
acción para poner en práctica los objetivos empresariales. Los gerentes agotan la energía de las
empresas, en tanto que los líderes infunden energía en ellas. Una empresa bien dirigida sólo consiste de
líderes (Koestenbaum, 1999). Los buenos
líderes enseñan habilidades de liderazgo a su personal. Quienes son líderes eficaces enseñan a los
seguidores a pensar en función de la empresa, no de sí mismos (Lussier y Achua,
2005).
Estos autores describen las funciones
administrativas del liderazgo:
- Funciones interpersonales: Entre éstas se
menciona representar a la organización en diferentes actividades y ser
enlace con miembros de otras unidades u organizaciones.
- Funciones informativas: El líder
monitorea las actividades para detectar problemas y oportunidades, difunde
información dentro de la organización y es portavoz fuera de ésta.
- Funciones decisionales: Dentro de las
funciones del líder está innovar, manejar las dificultades, asignar los
recursos y negociar.
Ser líder no es
igual a ser administrador; sin embargo, la capacidad para ejercer liderazgo
efectivo es una de las claves para ser un administrador eficaz (Koontz y
Weihrich, 2012; Stoner,
Freeman, y Gilbert, 1996).
“Los líderes deben reflejas o personificar las
cualidades esperadas o requeridas en sus grupos y organizaciones” (Adair, 1978,
p. 16).
El estilo de liderazgo en las empresas ha cambiado en
el tiempo. En las empresas de principios
del siglo XX, el poder que daba el capital, el nivel jerárquico, el
conocimiento y la tecnología estaba en la alta dirección. El que estaba abajo se disciplinaba y
obedecía. El jefe deseaba que los
trabajadores fueran obedientes y no pensaran.
Por el contrario, en las organizaciones de hoy no sólo los grandes
directores manejan la información. Ellos
trabajan en equipo, están comprometidos y participan en el análisis y toma de
decisiones. Tienen pocos niveles de
supervisión y mando (Siliceo, Casares y González, 1999).
Por lo anterior, establecer el nivel de liderazgo, así
como el estilo en que éste se ejerce es importante para tener un perfil de los
colaboradores que una empresa ha contratado o de quienes podría contratar.
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